Del 19 al 24 de Septiembre de 2016.
No se entiende una visita a China sin visitar su capital, Beijing. Con más de 20 millones de habitantes, esta gran urbe nos sorprendió por los pocos agobios y tumultos que vivimos a pesar de su masiva población. Pekín se rebeló como una ciudad tranquila, bonita y limpia y con mucho, muchísimo que ofrecer.
Con el tren bala desde Pingyao, llegamos a la estación oeste de Pekín a una velocidad media de 220km/hora. Es un lujo poder «comerse» tantos kilómetros de desplazamiento en tan poco tiempo y con tanta comodidad. Los niños aprovecharon el itíneris para hacer un curso de chino, cortesía de un chico local bien dispuesto. Kayleigh aprendió en dos horas (sobre todo pronunciación) los términos más habituales para un guiri por tierras de Confucio.
Sabíamos que Beijing había que hacerlo con calma para poder visitar los lugares más interesantes, que no son pocos, y ni cortos ni perezosos pasamos 5 noches en la capital del imperio. Hasta para un corte de pelo tuvimos tiempo 😉
Mención especial para la innumerable cantidad de medios de transporte que pudimos contemplar en sus calles peatonales en escasos 15 minutos. He aquí un catálogo:
Visitas en Beijing
La Gran Muralla. La visita a esta basta construcción se puede realizar desde diferentes puntos y nosotros escogimos hacerla desde Mutianyu, por recomendación de otros viajeros. En esta parte de la muralla la visita es más tranquila que desde otros puntos, pues al estar más alejada del centro de Pekín (1,5 horas en bus) no llegan tantos turistas. Un valor añadido que tiene este punto es la posibilidad de hacer el ascenso a la muralla en Telesilla y descenso en tobogán, ideal para hacer con peques. Cuesta algo más que la visita exclusivamente peatonal pero bien merece la pena. El precio: 70€ para dos adultos + dos niños (incluye ascenso en telesilla y descenso en tobogán). En el hotel donde nos alojábamos ofrecían la visita por unos 100€/persona. Así que ya sabes, si quieres ahorrarte unos dineritos, puedes hacerlo por tu cuenta en transporte público. La visita a la Gran Muralla, fue uno de los momentos más emocionantes de nuestro viaje, sin duda alguna.
Templo de Cielo. Cerca del hotel donde nos alojamos se encuentra el Templo del Cielo. Es un complejo de varios edificios y data del año 1420. Se construyeron, como su nombre indica para pedir al cielo por buenas cosechas (en primavera) y agredecer por los frutos (en otoño). Es el mayor templo de su estilo de toda China. La forma circular de su altar mayor y la bóveda simbolizan el cielo. Es Patrimonio de la Humanidad desde 1998.
Quianmen Street es una calle peatonal con un tranvia electrico, en dirección a la Plaza de Tiananmen. Muy chulo el paseo.
Tiananmen es la plaza más grande del mundo y más famosa todavía desde los años 90, cuando un joven universitario se plantó desafiante frente al cañón de un tanque durante las revueltas sociales de aquellos años. En los aledaños de la plaza, se puede contemplar el Ayuntamiento de la ciudad, varios museos y en el centro de la plaza, el monumento a los Héroes del Pueblo.
Al final de la plaza de Tiananmen se encuentra la Ciudad Prohibida, el Palacio Imperial de varias disnastias chinas (desde la Ming hasta la Qing) y el alberga ¡¡¡980 edificios!!! y ocupa 720 000 m². Dicen los expertos (no nosotros, benditos ignorantes) que su arquitectura ha influido en el desarrollo cultural y arquitectónico de Asia oriental. Es Patrimonio de la Humanidad desde 1987. La entrada cuesta 18€ para 2 adultos y 2 niños.
El Parque Beihai, en el centro de la ciudad se yergue como un gran pulmón. Un lugar ideal para pasear por el lago y entre sus edificios.
Palacio de verano. Sin duda, uno de los lugares más bellos y relajantes de la Pekín. Fue construido en 1750 pero destruido practicamente en su totalidad por las fuerzas franco-británicasy reconstruido en 1899 por orden la emperatriz Cixi como residencia de verano y sede del gobierno imperial hasta 1908. El lago y los canales en su interior son artificiales y dan información sobre la magnitud de su obra. Imprescindible.
Ciudad Olímpica, las Olimpiadas de 2008 cambiaron el semblante de una parte de la ciudad y una tarde la dedicamos a visitar sus instalaciones. A destacar el NIDO, el estado nacional construido al efecto para el citado evento deportivo.
Zona Dashilan, calles peatonales para pasear y tomar algo.
Comer en Beijing
Como en todas las grandes ciudades, podrás encontrar todo tipo de restaurantes de comida local o internacional. Y si quieres compensar presupuesto, un montón de supermercados a tu servicio para comer rápido y barato. No van a faltar tampoco los puestos callejeros.
Alojamiento en Beijing
Antes de llegar a la capital de China habíamos reservado con antelación las 5 noches en un hotel, que a decir verdad creíamos que estaría mejor situado. La estación de metro más cercana estaba a 20 minutos caminando y moverse en bus no es muy sencillo en esta gran ciudad. Confesamos que no acertamos porque, aunque el hotel estaba muy bien, vimos otros sitios mejor situados y mejor de precio. Nuestra recomendación para Pekín es el 365 Inn, en la zona peatonal de Dashilan.
Transporte en Beijing
La cantidad de líneas de metro y su facilidad para utilizarlo (los carteles están en inglés) hacen de éste el mejor medio para moverse por la ciudad. Si quieres salir del centro, hay mucho buses de línea que te llevan a cualquier punto, y a un precio más que razonable. El precio del billete sencillo de metro no llega a 0,5€ y el bus a la Gran Muralla tarda 1,5 horas desde la estación de Dongzhimen hasta Mutianyu y nos costó 14€ los cuatro.
Truco anti-Firewall en China
Como seguramente sabréis, el gobierno chino tiene otra gran muralla: el Firewall de internet. Se trata de un gran cortafuegos que impide la conexión a ciertos sitos de internet. Las razones aludidas por el gobierno chino es la protección de la invasión extranjera y la protección de los intereses nacionales frente al monopolio, sobre todo de las empresas estadounidenses. Aunque en un principio nos pareció un recorte a la libertad de la ciudadanía, después de unas cuantas conversaciones con locales y análisis de la situación global, acabamos entendiendo la medida. Esa supuesta libertad en muchas ocasiones sirve únicamente a los intereses económicos y geopolíticos de las grandes potencias, donde unos pocos se enriquecen a consta de la mayoría. Pero como esa no es nuestra guerra, la de China y sus rivales internacionales, estudiamos las posibilidades y descubrimos un medio para poder seguir utilizando nuestras redes sociales, los servicios google y nuestro blogg. Se llaman VPN y son unos servidores virtuales que aparentan estar conectados fuera de territorio chino y así poder conectarte a los servicios restringidos. Nosotros usamos VPN-Express y Betternet, aunque la primera funcionaba bastante mejor.
Para ver más fotos de Pekín, visita nuestro Google Fotos.
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