Del 13 al 23 de Marzo de 2017.

 

La familia llega a Siquijor, Filipinas

 

Como casi siempre que nos movemos de isla, toca madrugar -grrrrrrr ¡que poco nos gusta!. Somos una famila dormilona, sí, que pasa!! Nuestra oda favorita es la Oda a la Pereza, de Pablo Neruda jejejejeje. Nos levantamos como pudimos, desayunamos algo en el hostel y en triciclo-taxi nos vamos al puerto de Tagbilarán (Bohol) para sacar los billetes del «barco rápido» de la compañía Ocean Jet que nos ha de llevar a Siquijor, nuestro próximo destino al sur de Panglao. Una hora y media de trayecto en un mar que estaba como un plato y un precio de unos 12€/persona aprox. Los niños tienen un descuento del 50%, es decir, pagamos 3 billetes. Durante la travesía vemos delfines, peces voladores y unas vistas chulísimas; todo ello incluido en el precio. Llegamos al puerto de Larena (ojo, porque hay dos puertos, el de Larena y el de la capi, Siquijor) y allí cogemos un jeepney que nos lleva a la zona de San Juan, al suroeste de la isla. Nos dejamos aconsejar por otros viajeros, especialmente por Oswaldo y Yaiza, una pareja española encantadora  que conocimos en Malapascua y que habían estado hacía poco tiempo por aquí. Nos dijeron que San Juan era una buena zona para alojarse en Siquijor. Y, verdaderamente lo fue. Aquí pasamos 10 días estupendos, haciendo amigos y visitando una isla que ofrece bastante para lo pequeña que es.

Puerto de Tagbilarán (Bohol) rumbo a Siquijor.

Una noticia que queremos destacar es que fue en Siquijor donde conocimos a varias personas con las que hoy día tenemos contacto y marcaron nuestra estancia en esta isla: Por un lado conocimos a Amyll y a Rye-Rye, una pareja joven de filipinos, con los que hicimos amistad, especialmente los pekes. Nos presentaron a su familia, nos enseñaron sus casas y entablamos una muy buena amistad, que hoy mantemos. Unos meses más tarde, y ya de regreso en España, nos dejaron boquiabiertos y emocionados cuando nos dijeron si queríamos ser los padrinos de su hijo (el primero) nacido en junio de 2017. Rye-Rye estaba embarazada de 6 meses cuando los conocimos. Ya tenemos una excusa perfecta (una más) para volver a Siquijor.

Amyll, un buen tipo de Siquijor.

Rye Rye, la mami.

Skyller, nuestro ahijado.

Por otro lado, y en una bar (qué raro) conocimos a Javier y Lucas, padre e hijo respectivamente, que llevaban 3 meses en Filipinas, a donde habían venido a estudiar inglés. Los días que compartimos con ellos fueron una pasada. Nos dieron un montón de información de todo tipo: lugares para comer, como alquilar una casa, visados, etc. Incluso nos despertaron la idea de pasar varios meses en Filipinas y dedicarlos, al igual que ellos, a aprender inglés. (Desgraciadamente, el pasaporte de mami, que caducaba en septiembre, frustró nuestros planes snif snif). Pero bueno, quizás en otra ocasión… El destino (y gracias a unos mensajes de whatsapp) nos volvió a unir en Potes, Cantabria en el mes de agosto de 2017, cuando hicimos una ruta en Autocaravana dando la vuelta completa a la península ibérica. Pero eso es otra historia…  (que puedes visitar en este enlace).

Con Lucas en Siquijor.

Recuerda que en la mayoría de países de Asia tu pasaporte debe tener al menos una vigencia de 6 meses para permitirte la entrada. Puedes renovarlo en las embajadas o consulados del país, si quieres alargar tu estancia, para que no te pase como a esa familia muy viajera (pero muy poco previsora) de este blogg 😉

Visitas en Siquijor

Lo primero que te podemos recomendar en Siquijor es alquilar una moto. Es el medio más apropiado para moverse por este pequeña isla. Para los trayectos cortos puedes ir en jeepney (bus local) o en taxi (triciclo, tuc tuc) pero para moverte a otros pueblos y hacer turismo, la moto es perfecta. El precio puede variar entre los 4-5€/día y llenarás el depósito con unos 3€ de gasolina.

Repostando nuestra moto GP en la «gasolinera».

Pueblo de Siquijor. Al noroeste de la isla está la «capi». Visita obligada si necesitas money porque es el único lugar donde hay cajeros automáticos.

Siguijor pueblo.

Santuario Marino de Tubod. A pocos kms de San Juan se encuentra esta reserva marina, dentro de los límites del Coco Groove unos de los hoteles más famosos y caros de la isla. La entrada cuesta 1€/persona y es un lugar flipante para hacer snorkeling. El fondo marino es de coral, y te da la sensación de estar nadando en un documental de esos que echan por la 2 de RTVE. Además, aquí se coge el barco que sale para ir a Apo Island una pequeñísima isla para nadar con tortugas gigantes. Se puede ir de excursión y volver en el día, o quedarte a pernoctar en alguno de los alojamientos que hay en la isla.

 

 

Paliton Beach y las puestas de sol. En la costa oeste, entre San Juan y Siuijor, se sitúa esta playa que es uno de los mejores lugares para ver la puesta de sol. En Paliton no hay ningún chiringuito ni tienda, así que si quieres pasar la tarde y tomar algo, recuerda comprarlo antes de bajar hasta la playa. Un buen sitio puede ser la tienda de Idi, justo en el cruce de la carretera principal con el desvío a Paliton. No hace falta decir que las puestas de sol son increíbles, con unos tonos rojos y naranjas de un intenso que parece que se estén quemando el cielo y el mar en una gran hoguera.

Puesta de sol en Salangon Beach, en San Juan, Siquijor.

 

Cataratas Cambugahay. En el sur de la isla, y en la zona de Lazy, se encuentran estas cataratas, muy populares entre turistas y

Freddy salta desde las lianas. Cataratas, Cambugahay. Siquijor.

locales. El agua está de un azul precioso, limpia y, menos mal, nada fría. Y es que a veces nos encontramos con el agua congelada (es normal si viene de la montaña…) pero en esta ocasión estaba estupenda. Tienen preparadas unas lianas para poder tirarte al agua, cosa que hicieron nuestros intrépidos chicos. Aunque la entrada a las cataratas es gratuita, había que pagar para poder usar las lianas. Tampoco nada caro, sino más bien simbólico. Creo que pagaron unos 50 céntimos de euro por barba. Bonito sitio, la verdad. Si vas en moto, tendrás que pagar por el parking (aparcamiento y vigilancia jejejeje) unos 20 cts de euro por moto.

 

Salagdoong Beach. Otro sitio espectacular. Una playa situada al  otro lado de la isla, en la punta más al este, después del pueblo de María. Tuvimos un día precioso, despejado pero no caluroso, con el mar en calma total, limpio y transparente. En resumen, idílico. Aquí sí que hay que apoquinar por entrar, (sólo 2€ por los 4) pero está justificado el pago ya que tienen preparada la zona con toboganes, y lugares para el salto desde varios metros de altura. Por cierto, el único que se atrevió a tirarse desde unos 10 metros de altura fue Freddy…. pero el junior. No sé si por valentía o por locura infantil, pero fue el único que saltó desde lo alto. Es un buen lugar también, para hacer snorkeling, con gran variedad de fauna marina. Allí mismo alquilan material de buceo, pero nosotros llevamos nuestras propias gafas y tubo, así que no te podemos decir cuánto cobran el alquiler, sorry. En el lugar hay un restaurante con variedad de comida local y occidental. Al ser un lugar muy turístico, se paga algo más que en otros sitios. La comida para 4 nos costó unos 15€.

Salangdoong Beach, la paleta de azules al completo.

Capilay Spring Park. En el centro del pueblo de San Juan han hecho unas piscinas naturales, reteniendo con diques el agua del río

Con lxs niñxs en Capilay Spring Park.

que baja de la montaña. Han adaptado la zona como parque y es un buen lugar para pasar la tarde. Suele haber muchos niños bañandose, así que es un buen sitio para pasarlo en familia.

 

 

 

Lugnason Falls (Cataratas del Zodíaco): Se trata de 12 saltos de agua a lo largo del recorrido, bautizados con los 12 signos del zodíaco. Impresionantes los saltos desde los árboles y las lianas de la muchachada local, que nos ponían los pelos de punta. En el vídeo podéis ver a lo que nos referimos. La entrada es gratuita.

 

Comer en Siquijor

Restuarante Ga-ay. Para nosotros, el mejor restaurante del mundo mundial. ¿era lujoso? no. ¿la comida era especial? tampoco. ¿estaba situado en la terraza giratoria de un hotelaco? ni de coña. Pero es que no le hacía falta nada de eso. El Ga-ay es

Así de feliz está mami cuando no tiene que cocinar. Aquí en el Ga-ay, Siquijor.

simplemente un restaurante donde coges la comida que quieres comer y la pones en un plato; lo entregas en la barra y le dices cómo la quieres: frito, hervido, a la barbacoa,… a tu gusto. La gente del sitio es una pasada y tenían unos detalles de la leche, sobre todo con los pekes. La comida es fresca, del día, y tienen gran variedad de verduras, pasta, carne, pescado y marisco. Y los precios no tienen competencia. Un ejemplo: papi y mami cogían verdura para hervir, junto con un poco de ramen (pasta japonesa), y algo de carne. Su cervecita, claro está. Freddy y yo (Kayleigh) cogíamos una brocheta de pollo y 10 gambas, (la ración eran 8 pero siempre nos ponían 2 de regalo ;-), de postre tenían a veces tarta casera de chocolate que estaba para chuparse los dedos. Y todo ello, además de rico y fresco, nos costaba menos de 10 euros. Como os podéis imaginar, en los 10 días que estuvimos en Siquijor, vinimos al Ga-ay muuuuuchas veces. Ya nos llamaban por el nombre, cuando nos veían llegar jijijijijiji.

Restaurante Ga-ay.

Get Wrecked es un restaurante australiano muy bien montado en el centro de San Juan, en el paseo marítimo. Comida occidental y billar para entretenerse, es el lugar donde conocimos a Javier y Lucas, la familia que vive en Potes (Cantabria).

Get Wrecked, en Siquijor

Dagsa Resturant. Un sitio muy buen montado, grande, con puffs y una decoración con materiales locales (raices, madera, troncos,…) que le dan un ambiente muy relajante, tipo chill out. Buena comida, aunque un poco más caro que otros lugares. Pagamos 20€ por la comida de los 4.

Interior del Dagsa Rte, en Siquijor.

 Alojamiento en Siquijor

Llegamos sin alojamiento reservado pero con la tranquilidad que da saber que en la zona de San Juan la oferta es amplia y no tuvimos problemas para encontrar habitación para 4. Los precios varían desde los 10-12€ en lugares modestos como Coco Homestay, hasta los resorts de alto copete, donde puedes pagar 10 veces. Como siempre, depende de tu bolsillo y tus preferencias.

La primera noche la pasamos en Coco Homestay. El entorno estaba bien montado, con mesas, hamacas, y barbacoa en el exterior, pero una habitación muy básica, con baño compartido. No tenían más que dos noches disponibles así que nos cambiamos de alojamiento.

Exterior del Coco Homestay

 

Al día siguiente nos mudamos al  «One Sunset View», un hotel que le habíamos echado el ojo la tarde anterior. Lo habíamos visto en Booking.com por 45€/noche (habitación familiar, aire acondicionado, con desayuno y baño privado) pero la habilidad de papi negociando (y que es un chapas, también hay que decirlo) consiguió al final un precio de 31€. Aquí la habitación era gigante, y estaba situada justo frente al mar, a escasos 10 metros. Además tenía piscina y ya nos iba apeteciendo nadar y hacer el chorra un rato en la piscina. Tanto mar, tanto mar…demasiado sal para nuestra tersa e hidratada piel  jajajajajaja.  Ahhhh!! y  el desayuno delicioso y abundante. En resumen, un lugar super-recomendable para alojarse en Siquijor.

One Sunset view

 

Mami tocada por el rayo divino, en el One Sunset View.

Un sitio muy popular entre los mochileros es la Casa Miranda, en el pueblo de San Juan, saliendo hacia Palinton. No estuvimos alojados allí, pero las referencias que nos dieron sobre el lugar eran buenas, en relación a precio-calidad.

NO queremos cerrar este post sobre Siquijor sin mencionar a la gente que conocimos allí, y que nos hizo pasar unos días maravillosos, confirmando una vez más que conocer gente es lo mejor de viajar, sin duda alguna. Mil gracias Amyll, Rye-Rye, Striker, Lucas y Javier, Royimar, Venish, Tube, Kensaiber, Rosi, etc.

Los más felices del mundo.

Heidi se columpia entre las nubes.

 

Para ver más fotos de Siquijor, puedes visitar nuestro Google Fotos.