Luang Prabang es una visita obligada en una ruta por Laos. Aunque no es la capital, es el centro cultural, religioso y turístico del país; y el primer lugar de Laos en ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Llegamos en minivan desde Nong Khiaw en un trayecto que duró aproximadamente 3 horas y media por una carretera más parecida a un queso de gruyere que a una vía de tráfico rodado. Curvas, baches, algunos tramos que se los había llevado el río y algún que otro cauce en el medio de la carretera. La distancia son tan sólo 140 kms, a un velocidad media de 40 km/h.

Nuestro plan inicial era pasar 3-4 noches aquí, pero nos gustó tanto y nos sentimos tan a gusto en sus calles que decidimos alargar la estancia hasta una semana completa. Y nos fuimos con pena, pero Laos es un país largo y sus desplazamientos muy lentos. En los 30 días que duraba nuestro visado queríamos visitar también la meseta de Bolaven -famosa por sus cataratas- y las 4.000 islas que forma el río Mekong, en la frontera ya con Camboya.

Hora del aseo.

Con más de 50 templos y una vida espiritual y religiosa que se respira en todos los rincones, Luang Prabang es un recital de colores, donde predomina el naranja de los atuendos de sus monjes budistas. Las puestas de sol sobre las montañas y reflejadas en el río Mekong cautivan a cualquiera. Y sin olvidar el valor añadido que supone la arquitectura colonial francesa diseminada por diferentes puntos de la ciudad, pero sobre todo en la calle Sakkaline.

Huellas del pasado colonial francés en Luang Prabang.

Caprichos del destino, en esta ciudad coincidimos con Carme y Toni, dos bloggers a los que seguimos desde hace varios años en su web conmochila.com. Anunciaron en su blog que llegaban a Laos en los próximos días, y fue en esta ciudad donde tuvimos la oportunidad de conocerlos y cenar con ellos. Un placer poder charlas de muchas cosas con ellos, especialmente de viajes, claro.

Con Carme y Toni, de conmochila.com

Una recomendación que os hacemos desde aquí: cuando visites Luang Prabang, no te limites a visitar la ciudad. Coge el trasbordador que lleva al otro lado del río Mekong y piérdete por las aldeas, mejor si lo haces en bici. A pocos minutos hacia el interior puedes conocer aldeas donde generalmente no llega el turista, y podrás saborear la vida real en estos pequeños enclaves. Un placer, de verdad, tanto para pequeños como para mayores.

Sabaidee!!!

Visitas en Luang Prabang:

Phousi Mountain. Situado en el centro de la ciudad, este cerro es el lugar ideal para ver las inmejorables puestas de sol. La entrada cuesta 1€/persona aprox.

Mercado de Savanguong Road. Este precioso mercado nocturno (comienza a las 18,00 aprox) no parece del sudeste asiático. Es ordenado, tranquilo, bien organizado con toldos granates homogéneos en todo el recorrido, y unas luces blancas que lo hacen diferente al resto. Es el lugar perfecto para comprar algún recuerdo. El diario en el que documentamos la segunda parte de este gran viaje en familia está comprado en este mercado 😉

Alquilar bicicletas. Es la mejor opción para conocer y moverte por esta ciudad laosiana. Por sólo 2€/día tienes una.

Transbordador para cruzar el Mekong.

Aldea Ban Chan (pottery village). Esta pequeña aldea se sitúa al otro lado del Mekong y hay que cruzar con el transbordador, en el que puedes viajar con tu bicicleta. Se encuentra a unos 3 km del embarcadero. No te lo puedes perder. Es otra dimensión a escasos kms de Luang Prabang. Los niños de la aldea enseñaronn a Freddy y Kayleigh el arte de la cerámica. Otro momento que no olvidaremos. Además, a la vuelta te puedes dar una vuelta por la orilla del río, y disfrutar de varios templos, estos de entrada gratuita.

Artesanos de la cerámica en la aldea de Ban Chan.

Primera lección de cerámica para los peques.

Siempre encuentras gente amable con la que conversar.

No esperes autopistas 😉

Por supuesto, Luang Prabang son sobre todo templos budistas. Medio centenar de ellos se diseminan por la ciudad, algunos de ellos en muy estado de conservación. No puedes irte sin visitar alguno. Haw Pha Bang, Xiengthong y Mai son unos ejemplos. Curiosidad: templo se dice WAT así que seguramente en tu guía aparezacan así 😉

Haw Pha Wat

Parque de Souphanouvong y Kaysone Phomvihane. Estos son los nombres de dos presidentes de Laos, en cuyo centro se encuentran sus esculturas. Es un lugar alejado del centro, pero que puedes llegar con bicicleta. Aquí los locales vienen a practicar deporte, pasear o sentarse en los bancos a charlar. Muy recomendable esta visita fuera de habitual.

 

Kuang Si WaterFalls. A una hora de tuk tuk de Luang Prabang se encuentra una de las cataratas más famosas del país: Kuang Si. Puedes bañarte en este espectacular paraje, aunque un poco explotado turísiticamente. A la entrada existe un centro de recuperación de osos víctimas de cazadores furtivos, una iniciativa que respeta a los animales. El precio del tuk tuk rondará los 20€ y la entrada para los 4, unos 7€ (2 adultos, 2 niños).

Centro de recuperación de osos.

Nuestro medio de transporte favorito: el Tuk Tuk.

Alojarse en Luang Prabang:

En esta ciudad alojarse en extremadamente fácil y barato. Una gran cantidad de alojamientos de precios muy variados te esperan en Luang Prabang. Nosotros escogimos el Phasith GuestHouse por su situación y el desayuno recomendado por otros viajeros: 23€/noche habitación cuádruple con baño privado.

Comer en Luang Prabang:

Brother House. Posiblemente la mejor barbacoa y la mejor atención en toda la ciudad. Estupenda la carne de ternera. Una cena para cuatro con carne mixta, verduras, setas, huevos cocidos, agua, cerveza y postre por 12€. No se puede pedir más.

Barbacoa del Brother House. Mientras la carne se asa, los vegetales y el huevo se cuecen en agua.

Lao-Lao, un famoso y bonito lugar donde se citan los guiris para tomarse unas cervezas, cenar y echar un billar. Aquí quedamos con Carme y Toni, de conmochila.com, pero acabamos cenando en el Brother House jajajajajaja.

Utopia: este local es más occidental que el resto, pero su situación junto al Mekong, y su decoración, atrae a los turistas que visitan la ciudad. Es algo más caro que los anteriores. Una comida para 4 personas nos salió por 22€.

En el Utopia de Luang Prabang.

Vista al Mekong desde la terraza del Utopia.

Mercado de alimentación. Al final de la calle Sakkaline está el mercado donde además de comprar comida, puedes degustarla in situ, en unos bancos corridos, eligiendo tú mismo lo que te apetece de unas grandes cazuelas y bandejas.

Otra buena opción, muy barata y rica rica, son los bocatas, algo difícil de encontrar en otros países asiáticos. El pasado colonial francés dejó huella en su gastronomía y es habitual encontrar pan en muchos lugares. Al igual que las pastas y dulces estilo francés.

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