Primer contacto visual con las islas de Okinawa

Primer contacto visual con las islas de Okinawa.

Del 19 al 24 de octubre de 2016

Aunque en un principio no estaba en nuestra agenda llegar hasta la isla de Okinawa en nuestra ruta por Japón, la oferta de la low cost nipona Peach Aviation, nos animó a visitar este precioso lugar en el pacífico, a más de 1.500 kms al sur de Tokio.

En Okinawa nació el Kárate y seguramente te suene la película Karate Kid, donde el profesor (o sensei) Miyagi era orihundo de esta lejana isla. Dar cera, pulir cera…

Excurisón por la montaña con la mejor anfitriona del mundo: Shion.

Con más de 100 km de largo, se trata de una isla estrecha donde los traslados se hacen largos, ya que solo dispone de carreteras de un sólo carril. Nos llamó la atención la abrumadora presencia de las fuerzas militares norteamericanas, con bases militares a lo largo de toda la isla, algo que como pudimos comprobar, no agrada mucho a los okinawenses. En los tratados de paz tras la segunda guerra mundial, una de las condiciones que impuso el gobierno norteamericano fue la presencia militar en la zona. Hoy día hay un movimiento popular considerable a favor de la retirada estas bases.

Nuestro alojamiento (AirBnB) se encontaba en la localidad de Nakama, en el centro de la isla y a unas dos horas y media en bus desde el aeropuerto. Allí nos esperaban nuestras anfitrionas Carly y Hayashi, dos encantadoras chicas que nos hicieron sentir mejor que en casa. Sabíamos, después de 3 semanas en Japón, que la gente es encantadora y superamable, pero Carly, Hayashi y Shion sobrepasaron con creces los niveles medios de amabilidad.

Playa de Nakama, a 200 metros de nuestro alojamiento.

En los 4 días que estuvimos en Okinawa pudimos visitar diferentes puntos en la isla, casi todos ellos lugares espectaculares con vistas sobre acantilados, ríos que descienden hasta el mar mezclando las aguas dulces y saladas, bosques de interior, el acuario de Churaumi y largas playas de arena clara bañadas por el océano más grande del planeta.

El día 22 de octubre nuestras anfitrionas nos propusieron ir a una fiesta en el norte: Nigashi, y como no sabemos decir que no, allá que nos fuimos. No teníamos ni idea de lo que nos esperaba. Sólo nos habían contado que era una fiesta hippie, con música, con muchas familias con niños y en un bosque. Al llegar al lugar, tuvimos que aparcar el coche en el arcén y caminar durante aproximadamente 40 minutos para adentrarnos en un frondoso bosque que olía a humedad, tierra y vegetación. La cosa empezaba bien. Ascendimos por una camino, donde a decir verdad, no tenía ninguna pinta que hubiese nada parecido a una fiesta. Al llegar nos encontramos con un espacio reducido en mitad del bosque donde la gente (la mayoría familias con niños) había puesto lonas de plástico y telas para sentarse.

Fiesta en el bosque con Carly, Shion y Hayashi.

Una tarima de madera y unas luces servían de escenario para las actuaciones. Un par de puestos de comida y bebida a los lados, servían de avituallamiento a los presentes. El lugar era idílico. Un grupo de mujeres ataviadas con trajes exóticos bailaban al son de ritmos que nos recordaron a la música hawaiana. Según nos contaron, la música tradicional de Okinawa tiene más parentesco con las islas del pacífico que con la música tradicional japonesa. Más tarde, una cantautor venido desde Tokio (Nanao Tavito) con su guitarra y su voz, puso la banda sonora a una velada que dificilmente olvidaremos.

Había momentos en los que teníamos que pellizcarnos para confirmar que era verdad, que aquello que estamos viviendo era real. Fue un regalo del destino, de esos que no te esperas y caen desde el cielo, impregnando de magia cada segundo.

Os dejamos el enlace a uno de sus videoclips para que os hagáis una idea de la música de Nanao Tavito..

Por si todo esto no hubiera sido suficiente, Carly organizó una barbacoa de despedida la noche anterior a nuestra partida. Carne y vegetales al estilo tradicional. Al evento, y para nuestra sorpresa, se apuntó el dueño del supermercado del pueblo donde solíamos hacer la compra del día. Llegó con dos platos de sushis y una botella de shake. No sabemos

Barbacoa en casa de Carly.

si para sumarse a la fiesta o para celebrar que ya nos íbamos jajajajajaja. Acabamos en el restaurante de abajo, donde la pareja que lo regenta nos invitó a cenar (ya no teníamos mucha hambre, pero algo picamos) y a beber hasta bien entrada la noche. Nos emocionó mucho la despedida y la pesencia de la gente que habíamos conocido durante estos 4 días en Okinawa.

La gente de Nakama nos dejó asombrados con su buen rollo y hospitalidad.

Visitas en Okinawa

Cape Hedó: En el extremo norte de la isla se encuentra uno de los lugares más hermosos, los acantilados del Cabo Hedó. Las vistas son espectaculares y el camino para llegar hasta allí, también chulísimo. En esta ocasión fue Shion la que nos hizo de guía y fue uno de los mejores días en Okinawa. Mil gracias por todo, Shion.

Cap Hedó, al norte de Okinawa.

 

Miador en Cap Hedó.

Playa de Okuma. Las mejores puestas de sol al oeste de la isla. Un sitio perfecto para ver caer el sol cada día.

Panorámica de la playa de Okuma.

 

Aquarium Churaumi. Para pasar un día con los niños y aprender sobre la vida marina de la zona.

Foto de rigor a la entrada del Aquarium.

Y esta pedazo foto captó mami… qué miedo!

¡¡¡mamaaaaaaaa!!!

El tiburón ballena

El pueblo de Onna es otro lugar que recomendamos visitar, para dar una vuelta y comer junto al mar.

Comer en un Restaurante típico con Música Tradicional Okinawense en vivo. No es tan caro como el resto de Japón y puedes degustar las especialidades con música en directo. Pagamos 26€, cena para cuatro. Además, invitaron a Kaleigh y a Freddy a subir al escenario y tocar algún instrumento tradicional.

Y a la percusión Freddy y Kayleigh. Música en vivo en el restaruante.

Okinawa nos quedó grabado a fuego en nuestro viaje por Japón. Por la belleza de la isla, por la hospitalidad de nuestras anfitrionas, por la amabilidad de sus gentes… Por todo.

Cómo llegar a Okinawa

 

Existen varias compañías de bajo coste que vuelan de Okinawa desde diferentes puntos. Nosotros lo hicimos desde Fukuoka con Peach Aviation, por 44€/persona.

Para ver más fotos de Okinawa, puedes visitar nuestro Google Fotos.