
Visitar Pingyao es viajar en el tiempo.
Del 16 al 19 de septiembre de 2017.
Dejamos la ciudad de los Guerreros de Terracota -Xian- para dirigirnos a la ciudad medieval de Pingyao, a toda leche. Y no es porque tengamos prisa sino porque nos fuimos en tren de alta velocidad chino, a más de 250 km/h. Ayyy si nos ven las abuelas llevando a sus nietos a esas velocidades… 😉
En 3 horas estábamos en destino, y para la ocasión habíamos elegido un hostel en el interior de la ciudad amurallada de arquitectura medieval y una habitación para toda la familia que nos encantó. Se trataba de una cama gigante de 3×2 m. junto a una ventana que daba al patio interior del edificio, donde se contemplaba la vida habitual de la familia que nos acogió. Desde allí veíamos a los niños jugando, las madres cocinando y, por la noche, toda la familia reunida para cenar en la calle.
La ciudad medieval de Pingyao es puro comercio, como lo fue hace 5 siglos cuando se fundó, pero con las actualizaciones pertinentes. Artesanía, comercio, gastronomía…por todas las calles y, esparcidos en todo el área, una colección de lugares de interés tales como museos, templos, antiguos edificios de los primeros bancos del país, universidades, etc.
Hubo tiempo para visitar la mayoría de estos lugares y, como no, pasear por la muralla que protegía la ciudad. Horas de pateo que fueron compensadas con un masaje de pies -abundan los locales dedicados a ello- y hasta una pedicura, ésta por una hábil maniobra de la jefa que nos embaucó como a pajarillos recién caídos del nido. En fin…. cosas que pasan.
Una de las cosas que recordaremos siempre de Pingyao, además del viaje en el tiempo a esta ciudad medieval, es haber conocido a dos magníficas personas venidas desde Argentina: María y Julíán, que venían desde Mongolia. La charla nocturna sobre la horrenda situación económica y social que los políticos de nuestros respectivos países habían provocado, nos dio para un par de horas largas. Siempre hay que dejar un espacio para el desahogo jejejejeje.
En resumen, dos días de visita que creímos suficientes para visitar este curiosa ciudad a caballo entre Xian y Beijing (Pekín); y a caballo entre el hoy y el ayer del Imperio Chino.
Visitas en Pingyao
La mejor opción es sacar el ticket que permite la entrada en todos los lugares de interés de la ciudad medieval de Pingyao: el Templo de Confucio, Xietongqing bank-museum (primer banco chino), el Museo de la Cámara de Comercio, el Templo de Kungfú, y así hasta unos 20 lugares. Lo que te dé tiempo, y ganas. Nos costó 52€ los cuatro.
Qiao’s Family Compound (Qiao Jia Dayuan), es la casa de una familia acomodada del siglo XVIII, y que fue escenario de la película La Linterna Roja (que, dicho sea de paso, no hemos visto) y varias series de la TV china. Queda a 1h en coche de la ciudad antigua.
Pasear por la Muralla es otra de las cosas que no deberías dejar de hacer para contemplar la ciudad y sus tejados rematados con ornamentos de la época medieval.
Comer en Pingyao
La gran variedad en la oferta gastronómica facilita los menesteres de llenar el buche, que buena falta te hará después de las largas caminitas recorriendo la Anciente City. Como buenos aficionados a las sopas chinas, no tuvimos ningún problema en este sentido. Además de ello, muchos puestos callejeros para desgustar las viandas típicas de la zona, especialmente los pinchos (Satai) de carne de ternera bien condimentada. Kayleigh todavía sueña con ellos jejejejeje.
Alojarse en Pingyao
Debido a que Pingyao se ha convertido en un lugar habitual de visita turística, sobre todo de chinos de todas partes del país, no tendrás problema en encontar alojamiento ajustado a todos los bolsillos. Nosotros estuvimos en Pingyao Fu Lin Yuan Inn, dentro de la ciudad amurallada y como nos ocurrió en toda China, con un servicio de atención al cliente digno de mención. Pagamos 25€/noche habitación para 4.
Si os interesa ver más fotos de Pingyao, podéis visitar nuestro Google Fotos
¡Bravo Bravo Bravo! ¡Qué genialidad! ¡Me gusta China, me gusta el viaje, me gusta el blog, me gusta la audacia!
Y Pingyao tiene una piiiinta…
¡Besos!
Hola Gabino!! Nos encanta que te encante el blogg 😉 Sin ninguna duda, China es un viaje obligatorio en cualquier agende de viajero. Un país inmenso con mucho que ofrecer. El visado dura sólo 30 días y tienes que elegir porque es materialmente imposible verlo en sólo un mes. Tuvimos que elegir y lo hicimos en base a las posibilidades económicas (lo primero jejejeje) y también a las facilidades de conexión entre unos lugares y otros. Moverse en avión por China es muy caro y optamos por buses y trenes. Nos queda pendiente otro viaje a China para ver Chengdú, Hubei, Tibet,… Ojalá pronto puedas hacer este viaje, te va a marcar. Cualquier cosa que necesites, ya sabes dónde estamos. Un abrazooooooo!!!!