Posando frente al Bund de Shaghai.

Del 9 al 12 de septiembre de 2016.

Siguiente etapa en China: Shanghai, una de las ciudades más grandes y pobladas del mundo, con 22 millones de habitantes (casi la mitad que toda la población española). Para salvar la distancia entre nuestro anterior destino -Yangshuo- y Shanghai viajamos en avión con Air China. Un vuelo algo más caro de lo habitual (100€/persona) pero en China no hay mucho donde elegir, ya que no operan las compañías habituales de Low Cost en Asia.

Después de Hong Kong, Singapur y Kuala Lumpur, Shanghai era nuestra cuarta gran ciudad de edificios desmesurados y éste se lleva la palma en cuanto a medidas. Aquí se encuentra la segunda torre más alta del mundo, Shanghai Tower con 632 metros y 128 pisos, rodeada de otros mastodontes como el Shanghai World Financial Center (conocido como “el abrelatas” por su hoquedad en la parte alta) y la Oriental Pearl Tower. Ambos, de más de 400 metros, parecen pequeños al lado de la Shanghai Tower.

Como anécdota destacable de nuestra visita a Shanghai fue ver a Rajoy en los monitores de los metros, ya que estaba haciendo una visita oficial durante estos días. Huimos de la corrupción en España y nos persigue hasta China jajajajajajaja.

Disfrutamos la ciudad y las visitas casi obligadas, pero al igual que Singapur, Shanghai es sólo para unos días porque aquí el presupuesto se dispara.

Visitas en Shanghai

Es inconcebible una visita a esta macro-ciudad sin ver su Skyline, aquí conocido como THE BUND. Las enormes torres nos dejaron embobados (más de lo que somos habitualmente ;-). No nos cansábamos de mirar esas mega-construcciones que darían para unos cuantos capítulos del homónimo programa de Discovery Max.

Agudeza visual: ¿a cuál le llaman el abrelatas? de los edificios jejejeje.

Un paseo por la East Nanjin Road, la calle peatonal más famosa, cosmopolita y comercial de Shanghai. Todas las marcas, cientos de resturantes y un entretenido recorrido en trenecito de punta a punta, ofrecen al turista (y al local) todo lo que de una gran ciudad puedes esperar.

East Nanjing Road

Si tu presupuesto te lo permite, te recomendamos subir a Shanghai Tower y contemplar la ciudad desde el piso 118; o lo que es lo mismo, a más de 500 metros del suelo. Tuvimos la enorme suerte de que se finalizó el día 6 de septiembre de 2016 y nosotros la visitamos el día 9. Lucky people!!! El precio son 22€/persona y no resistimos la tentación. La visitamos de noche con unas espectaculares vistas de 360º.

Vista nocturna desde la Shanghai Tower (piso 118)

 

Otras opciones a la Shanghai Tower son: la Perla Oriental, ese edificio de arquitectura futurista y que desempeña funciones de antena de TV. Muuuu bonita también. O el conocido como “Abrelatas”, a más de 400 metros de altura, y el más alto de la ciudad hasta 2016.

 

Una visita que nos gustó mucho también (aunque un poco masificada de turistas) es la Old City y los jardines Yuyuan. Un recuerdo de cómo era Shanghai hace cientos de años, con arquitectura que recuerda que tradición y modernidad son compatibles.

Old City y jardines Yiyuan

En el centro hay un parque estupendo -Fuixing-, que sirve muy bien de escape al asfalto y el tráfico. Un Hyde Park que sirve de pulmón a la ciudad y donde pasamos una tarde estupenda con niños y niñas locales, jugando con las pompas de jabón, brincando en el césped o simplemente observando a la gente local. Por cierto, gente encantadora, sobre todo con los peques.

De descanso en el parque Fuixing de Shanghai.

Momento para jugar con los pekes.

A un par de paradas de metro desde centro hay un lugar que nos encantó: TIANZIFANG. Se trata de un barrio de pequeñas callejuelas de edificios antiguos, donde todos los bajos comerciales están ocupados por pequeños negocios de artesanía, ropa, restauración, etc y  todos ellos con un gusto exquisito por la decoración y suma originalidad. Otro “must” de Shanghai.

Y ahora el lugar más extraño y friki de la ciudad: People´s Square. A este parque se desplazan los fines de semana los padres y madres de los jóvenes en edad casadera para buscar novio/a o pretendiente a sus queridos descendientes. Una fila enorme de paraguas abiertos en el suelo por las avenidas del parque, llevan adosados carteles tamaño folio, donde exponen las características de sus hijos/as (edad, altura, estudios) e incluso el modelo de yerno o nuera que les gustaría tener. ¿Cómo te quedas? Algo muy difícil de entender en nuestra cultura occidental, pero tan habitual como normalizado en este curioso país.

Me lo quitan de las manos oiga!! Mi hijo, el más guapo y sano.

Gran Circo de Shanghai. Además de la función itinerante que recorre los 5 continentes, el famosísimo circo de Shanghai ofrece funciones diarias, como no podía ser de otra manera, en su sede oficial. Y sí, fuimos. Nos habían dicho que no tenía nada que ver con el concepto de circo que tenemos en España, (y no nos referimos al congreso de los diputados…) y que sus actuaciones eran algo similar al Cirque Du Soleil, de Canadá. Y fuimos, haciendo un sobre-esfuerzo presupuestario. Pagamos 170€ (¡¡¡qué dolor!!!) por dos adultos y dos niños, pero salimos impresionados. Eso sí, las semanas posteriores no probamos ni un solo refresco, ni helado, ni extra diario, para compensar el gasto. Y desayunamos en el super el resto de los días jejejeje. Apañaditos que somos. (está prohibido hacer fotos durante el espectáculo, y nosotros somos muy respetuos@s con la ley, sobre todo en China… Así que os dejamos una del exterior.

Alojarse en Shanghai

Hay que decirlo, Shanghai es una ciudad cara. Veníamos de pagar 13€/noche en Yangshuo y aquí es difícil encontrar habitación para 4 por menos de 40 euros. Y os podéis imaginar cómo son: pequeños habitáculos de 8-10 m2, sin ventanas, pero al menos, con baño privado. Elegimos el Blue Mountain Shanghai, a las afueras de la ciudad, por los buenos comentarios que leímos en booking y agoda. Cada día nos desplazábamos en el metro hasta el centro.

Comer en Shanghai

Como en todas las grandes ciudades, todos los precios, todos las cocinas mundiales y todos los sabores al alcance de tu mano. Una buena forma de equilibrar el presupuesto es combinar superemercado, puestos callejeros y restaurante.

Deliciosos sushis en los supercados Lawson, famosos en China y Japón.

Otra forma de comer Bacon, en láminas y con un toque dulce.

 

Transporte en Shanghai

La mejor manera, y la más fácil, de moverse por Shanghai es el metro. Sin duda. La señalización y las máquinas expendedoras (bueno, casi todo en general) está en inglés y no tuvimos ningún problema para movernos por allí. Aunque el billete sencillo es algo caro, están disponibles los pases para 3 días, por los que pagamos 18€ para los 4. Es decir, con 4,5€/ persona nos movimos por toda la ciudad los 3 días que estuvimos en la city.

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