Seguimos en ruta hacia el sur del país, y nuestro siguiente destino es la capital Vientián. Salimos tempranito desde Vang Vieng en minibús. Nos esperan 4 horas y media de trayecto en las ya conocidas carreteras laosianas de baches, curvas y hermoso paisaje.

A pesar de que la capital no tiene mucho atractivo turístico, queríamos parar un par de noches para hacer alguna visita y conocer Vientián. Con poco más de 200.000 habitantes, esta pequeña ciudad no da la sensación de estar en una capital de país, como ocurre en Hanoi o en Bangkok, donde varios millones de personas pululan a todas horas por todos los lugares.  Es una ciudad tranquila y agradable para pasear y visitar los sitios de interés, sobre todo templos budistas y edificios singulares.

Durante estos días Kayleigh está un poco pachucha, con fiebre y anginas. Llevamos un pequeño botiquín de viaje y con la inestimable ayuda de su pediatra a través del whatsapp, nos recomienda una mediación. Esto de la tecnología y la comunicación del siglo XXI facilita mucho el viaje.

Templos budistas, restos coloniales franceses, la frontera natural del Mekong con Thailandia y mercados nocturnos son las principales atracciones de esta pequeña capital. Resumiendo, una visita que cae de camino hacia el sur, pero que con un par de noches suficientes para ver lo que ofrece Vientián.

Visitas en Vientián:

Pha That Luang. En este centro se encuentran varios sitios de interés, donde destaca “La Estupa de Oro”, un templo budista (hinduista en su origen) del siglo III. Recubierta de oro, ha sido reconstruida varias veces debido a las invasiones y los expolios de invasores extranjeros. Además de la estupa, también se puede visitar el Templo Sisaket, la estatua gigante de Buda Tumbado y el templo That Luang tai. Pagamos 2,5€ la entrada para los 4.

Patuxai es el nombre del arco de triunfo en la capital de Laos. Su nombre significa Puerta de la Victoria y fue construido en los años 60 para conmemorar a los fallecidos en la guerra de la independencia de Francia. La polémica sobre esta obra gira en torno a unos fondos que donó el gobierno de los E.E.U.U. para la construcción del aeropuerto de Vientián, y se desviaron para la construcción de Patuxai. Puedes subir a través de una escalera interior por un módico precio de 2€.

Templos y edificios oficiales. Como en todo el país, en Vientián hay una gran cantidad de templos budistas y al ser la capital, puedes visitar la sede el parlamento y el palacio real.

Buda Park. A unos 25 kms de Vientián (puedes llegar en tuk tuk o en el bus número 14 por 1,5€ ida y vuelta) se encuentra este parque con más de 200 estatuas, la mayoría budistas, pero también hinduistas, seres humanos, animales, demonios y dioses. La apariencia de las estatuas es de tener siglos de antigüedad, pero la realidad es que fueron construidas en los años 50 por un chamán local.

Alojarse en Vientián:

Cuando viajamos a las ciudades una de las cosas que tenemos en cuenta es la ubicación (que sea céntrica) o la facilidad y el precio del transporte, si te alojas en las afueras. En esta ocasión elegimos el Star Hotel en el centro de Vientián, por 23€/noche en habitación familiar con baño privado y desayuno incluido. Un buen precio para una familia.

En la recepción del Star Hotel de Vientián.

Comer en Vientián:

Como en todas las capitales o ciudades medianamente grandes, existe una gran oferta gastronómica que abarca todos los precios. Una comida o cena en un restaurante medio puede rondar los 3-4€.

Si eres, como nosotros, viciosill@ de un café y un dulce estás de suerte, porque en Vientián queda la influencia del colonialismo francés, donde se incluyen las “Boulangerie”.

 

 

 

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