Del 13 al 16 de septiembre de 2106.
Tras una larga jornada de desplazamiento (China es inmensa y las distancias enormes) en tren desde Shanghai, llegamos a Xian, la ciudad famosa por sus “Guerreros de Terracota”. Las 16 horas de tren no habían sido tan agotadoras como vaticinamos, pues la limpieza y comodidad del vagón-cama nos permitieron dormir durante casi todo el viaje.
Nos alojamos en un hostel en el centro de la ciudad, en un piso 12 y con una espléndidas vistas desde el Sky Bar. Nos sorprendió gratamente el hostel con una vistosa decoración, un sidecar que parecía de la segunda guerra mundial, pantallas y hasta un ¡futbolín!. El personal muy amable, especialmente con los niños, una tónica general en China.
En el centro de Xian nos topamos con un Decathlon y mami aprovechó para hacer una renovación de mochila, pues la que tenía había sufrido algún que otro percance, tanto en los aviones como en los buses asiáticos. Vamos, que se la habían dejado hecha unos zorros.
El motivo principal de visitar esta ciudad eran los GUERREROS DE TERRACOTA. Este ejercito de barro data del año 210 a.c. El primer emperador de China (Qin Shi Huang) fue el precursor de esta obra gigantesca que fue descubierta por casualidad por un granjero hace apenas 40 años. Mas de 2.000 piezas pueden provocarte lo que denominan el «síndrome de Stendhal», ya que es una auténtica maravilla contemplarlo. Quedan muchas más piezas por desenterrar y reconstruir que las actualmente expuestas, que se cifran en cerca de 7.000, sumando guerreros, animales y carruajes.
Además de los guerreros tuvimos tiempo de visitar la ciudad amurallada de Xian, algún templo, e incluso jugamos a pin pon con gente local en el parque que está a los pies de la muralla.
Al coincidir nuestra estancia con la luna llena, tuvimos la gran suerte de disfrutar de la celebración de la Luna Llena de Septiembre. En este día señalado y celebrado en todo China, es típico hacer pastelitos con fruta y frutos secos.
Su nombre: Moon Cake. En el hostel nos invitaron a celebrarlo con ellos y nos dieron una clase de repostería para elaborar este delicioso pastel.
Visitas en Xian
Museo de los Guerreros de Terracota y Mausoleo del rey Qin Shi Huang, el primer emperador de China. Uno de los momentos más impresionantes de nuestra visita a China (además de la Gran Muralla). Más de 2.000 guerreros (no hay dos iguales) hacen guardia y protegen a su rey. Queda mucho más por descubrir y desenterrar, que lo expuesto en el Pit nº 1 del museo. No fue hasta el año 1974, que los restos salieron a la luz, después de 2000 años enterrados… cuando un agricultor descubrió enterrados bajo unos árboles las primeras piezas de los guerreros. No podía imaginar la trascendencia de lo que acababa de encontrar. Precio: 40€ para dos adultos y dos niños.
Dedicamos una mañana a recorrer la Muralla de la Ciudad antigua de 12 m. de anchura, y casi 14 km de longitud. Bonitas vistas de la ciudad.
Barrio musulmán. Para pasear y comer cualquier comida que se te ocurra. La variedad es impresionante. No te lo pierdas.
Bell Tower, en el centro de la ciudad, una torre especialmente bella a la noche iluminada.
Paseo por el Parque que está a los pies de la muralla de la ciudad antigua y compartir momentos mágicos con la gente tan simpática y curiosa que se nos acercaba.
Comer en Xian.
En el barrio musulmán podrás encontrar un montón de comidas diferentes, pero además en la ciudad hay una gran oferta gastronómica. Por un módico precio de 10-15€ comíamos los 4.
Alojarse en Xian.
Aquí hicimos una excepción, y nos saltamos el presupuesto porque vimos una buena oferta en un hostel muy céntrico, en el piso 12, con unas vistas escepcionales sobre Xian. Como valor añadido, un restaurante con comida occidental que nos iba ya apeteciendo. So Young Hostel: 33€/noche habitación familiar.
Para ver más fotos de Xian, pùedes visitar nuestro Google Fotos.
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